Ya sea por el embarazo, el parto, o el paso del tiempo, en la mucosa vulvo vaginal se produce la pérdida de colágeno, elastina e hidratación generando incomodidad, sequedad, a veces falta de sensibilidad sexual y dolor.
Durante el embarazo y tras el parto la anatomía de la mujer cambia: la vagina pierde elasticidad y tensión, además de quedar parcialmente dilatada tras dar a luz. Este proceso se repite en cada uno de los partos, por lo que a más partos, menos elasticidad tienen los tejidos y más dilatada se encontrará la vagina. Esto se conoce como hiperlaxitúd vaginal.
Esto afecta la vida sexual de muchas mujeres y sus parejas ya que disminuye para ambos la sensibilidad durante las relaciones sexuales.
En la MENOPAUSIA a esto se le agrega la perdida de estrógeno. Los estrógenos son hormonas que se relacionan con la sexualidad femenina y su ausencia provoca cambios en el comportamiento psicológico, emocional y físico de las mujeres. En el caso de la vagina, la ausencia o disminución de los estrógenos hace que las paredes vaginales adelgacen, cambia el PH vaginal lo que hace que las infecciones aumenten y además aparece la sequedad.
Por consecuencia, es muy común sentir incomodidad o dolor en lugar de placer al tener relaciones sexuales. Esto hace que disminuyamos la frecuencia y perdamos el apetito sexual.